viernes, 30 de enero de 2009

Carta de un/a alumno/a

Querido/a profesor/a de Física y Química soy el/la alumno/a de la última fila, sí ya sé que sabes quien soy, soy el que te da la lata, el/la que no para de hablar, en fin, ¡que te voy a contar que tu no sepas!

Ya sé que te parecerá difícil que haya escrito está carta sin faltas de ortografía pero es que le pasé el corrector del Word.

Quiero que sepas que no tengo nada contra ti, es que me aburro, nunca me cuentas nada interesante, ¿para que sirven los moles?, me hablas de que el volumen se mide en metros cúbicos cuando todavía no he encontrado un sitio donde la empleen, e todos los lados se usa el litro.

Siendo sincero tengo que confesarte que no me enteró de nada, antes en otros cursos atendía en clase y sabía de que estábamos hablando pero ahora no lo consigo.

No paras de decirnos que tenemos que estudiar pero es que no sé como se estudia y que tengo que estudiar, tú me dices que estudie el libro pero es que no entiendo lo que dice, ¿No tienes tú dificultades para entender los manuales de los electrodomésticos? ¡Pues imagínate como estoy yo!.

Es más en todos estos años nadie me ha enseñado como se estudia, ni nadie me ha exigido nada, pasé de primaria a secundaria sin que nadie me exigiese nada, con ir a clase y escuchar ya me llegaba para pasar los cursos, llegué al Instituto y de repente empezamos con la cantinela de que tengo que estudiar, los primeros años me seguía valiendo lo de atender en clase pero desde hace un par de años no me entero de nada.

Sé hacer muchas cosas pero es que en clase no valen para nada, sé manejar el Photoshop, ¿Quien crees que arregla las fotografías en mi casa?, se navegar por la red, me gustan los ordenadores, y que te voy a contar de la Play, se jugar a juegos con los que tu no sabrías ni por donde empezar, ¡no soy tonto!, ¡tú me haces tonto!
Me pides cosas que nadie pide en la calle, para que quiero saber hacer raíces cuadradas, polinomios, la geografía de América, los adjetivos-adverbios-pronombres, etc, si cuando hablo todo el mundo me entiende a la primera, es cierto que escribo bastante mal y que cometo faltas de ortografía, pero aunque escribiese bien no iba a aprobar, entonces ¿para qué?.
Lo que me enseñas no le interesa a nadie, en todos estos años sólo me ha interesado lo que me dijiste de los metros que se recorrían a 50km/h y poco más, cuando se lo dije a mi padre, quedó impresionado y, ¡ah!, se me olvidaba, que todos los cuerpos caen a la misma velocidad y desde la misma altura llegan a la vez al suelo, ¡le gané una apuesta a mi padre!

A veces te quejas de que te doy malas contestaciones o pongo mala cara, ¿que cara quieres que te ponga si sé que cuando me preguntas nunca sé las contestaciones? ¿me has dado alguna noticia positiva en todos estos años? Eso se lo dices a los/las empollones/as, a esos/as les sonríes, a mi que me parta un rayo

No me gusta el Instituto porque todos los días de mi vida me recuerda que soy un fracasado y un inútil.

¿Por-qué tienen que ser los estudios tan aburridos?, ¿Por-qué no pueden ser las cosas más interesantes?, pero sé que esto es imposible, los estudios son y serán siempre aburridos y no me sirven para nada, pones la televisión y allí no aparece por ningún lado lo que tu nos cuentas en clase, salgo a la calle y tampoco aparecen por ningún lado las cosas que tu me cuentas, tu no vives en el mismo mundo que yo. Hablas en un lenguaje diferente y no me entiendes.


Aprovecho para despedirme de ti, sé que mañana volveremos a tener los mismos problemas que hemos tenido hoy, me has mandado a Jefatura porque me he levantado a tirar un papel a la basura y de paso hice un comentario gracioso, pero es que llevaba ya 5 horas aguantando, piensa que yo cada día estoy 6 horas aguantando, cada hora entra un/una profesor/a en clase lleno/a de energía que nos cuenta cosas que según el/ella son fundamentales, cosas que a el/ella le gustan pero que a mi no me suenan a nada, y a la hora siguiente llega otro/a y vuelta a empezar, son incansables y allí estoy yo, al final de la clase, aburrido como una ostra y así 6 horas de los 5 días de cada semana y es que no aguanto más, no puedo más y si me marcho del Instituto llaman a mi casa, porque tengo muchas faltas y si tengo muchas faltas gano un castigo, luego no hay manera de salirse de esta pesadilla.

Esta es mi vida, mi perra vida, así que adiós y mañana volveremos a empezar.

viernes, 9 de enero de 2009

Solo hay que poner las notas que se pueden explicar

A lo largo de todos estos años, después de tratar con multitud de alumnos/as de diferentes entornos, de diferentes Comunidades Autónomas he descubierto muchas cosas, en muchas veces he descubierto que estaba equivocado, que hay muchas maneras de hacer las cosas bien y solo una o dos de hacerlas mal.

Mis alumnos/as, entre otras cosas, me han enseñado a ver las cosas de otra manera, desde otra óptica, que las cosas no son tan trágicas como parecen y que siempre hay esperanza de que las cosas se arreglen al final.

En general los/las alumnos/as son gente normal, ya sé que esto es una obviedad, pero ¡seamos serios! cuantas veces hemos escuchado en las salas de profesores comentarios que ponen en cuestión esa afirmación. Mi experiencia es totalmente distinta, la inmensa mayoría son gente muy comedida, que hace apreciaciones muy ajustadas a la realidad, cuando los alumnos hablan sobre el desarrollo de una clase, de como un/una profesor/a lleva una clase suelen ser bastante objetivos, entre otras cosas porque en una clase hay alrededor de 15-20 personas y es muy difícil que entre todos no describir de una manera bastante acertada lo que ocurre en el aula.

Otra cosa es que no nos gusten esas observaciones, desde mi óptica como padre tengo que reconocer que los/las alumnos/as tienen bastante aguante y que tienen una paciencia infinita.
A lo largo de estos años he sido muchas veces tutor, la mayoría de ellas de forma voluntaria y he tenido que mediar en conflictos entre el grupo de alumnos/as y algún/a profesor/a, de esos años como tutor aprendí que cuando se le pone una nota a un alumno para calificar su trabajo tiene que ser una nota que el/la alumno/a entienda y comprenda esa nota.

Muchas veces se nos olvida que la nota para un/a alumno/a es como nuestra paga mensual, nosotros trabajamos durante un mes y esperamos que al final del mes nos paguen lo que tenemos acordado y menudo escandalo si un mes no nos pagan, si eso ocurriera protestaríamos airadamente y esperaríamos una respuesta, un razonamiento lógico explicando que es lo que ha pasado, como a mi me pasó una vez y la explicación lógica fue que mi banco había cambiado la numeración de las cuentas y por eso aunque la administración había ingresado el salario, a mi no me había llegado, cosa que comprobé que era cierta y no tuve ninguna duda de que iba a cobrar sin ningún problema cosa que varios días después ocurrió.

Volviendo al tema, cuando ponemos una nota tenemos que ser conscientes de que tenemos que poder explicarle al alumno/a el por-qué de esa nota, desmostrarle de donde sale y justificarle porque su nota es diferente de la nota de otro/a compañero/a, sino somos capaces de explicar esa nota, es mejor no ponerla.

Debido a lo anterior, este año he retomado la constumbre que tuve hace unos años de entregar los exámenes fotocopiados a mis alumnos/as de 2º de Bachillerato. Solo lo hago en ese nivel porque bajo mi punto de vista es el nivel más importante y decisivo para un/a alumno/a porque en ese curso se esta decidiendo su futuro profesional y personal.

El sistema de funcionamiento es muy simple, cuando realizan un examen, al terminar les entrego el examen resuelto, después corrijo los exámenes, los fotocopio y se los entrego para que ellos/as comprueben si están bien corregidos. Así no hay trampa ni cartón, comparan como esta corregido su examen, en el examen están escritos los criterios de corrección que se van a seguir, también puede consultar el examen de un/a compañero/a, lo pueden comparar con las soluciones del examen que tienen en su poder y si tienen alguna duda saben que pueden consultarme cuando quieran. Saben que siempre estoy dispuesto a responder a todas las dudas que les puedan surgir.

Con este procedimiento alcanzo varios objetivos:

- Como los/as alumnos/as revisan su examen, sé que no he cometido algún error a la hora de la corrección, cosa que ocurre bastantes veces.

- El proceso de corrección y de calificación es totalmente transparente, a la vista de todo el mundo.

- Los padres tienen acceso a esos exámenes y pueden así comprobar de primera mano como van sus hijos.

- Los/as alumnos/as pueden identificar sus errores y buscar los medios para corregirlos ya que lo pueden comparar con las soluciones que también tienen en su poder.

Al final los/as alumnos/as saben y entienden sus notas, entienden como han alcanzado esas notas, y esas notas son asumidas por ellos/as de forma natural, evidentemente los/as que suspenden no están contentos/as pero no albergan ninguna duda sobre la justicia del procedimiento.