Cuando se empieza un curso nuevo tenemos que planificar que vamos a dar, como lo vamos a dar, cuando lo vamos a dar y que nivel queremos mantener durante el curso. La tres primeras decisiones, el que, el cuando y el como lo reflejamos en la programación de la materia, en dicha programación se reflejan los conceptos, procedimientos y actitudes que queremos tratar, también aparece la temporalización donde planificamos nuestra tarea a lo largo del curso.
En lo referente al nivel, entramos en un apartado algo difuso pero que tiene una gran influencia en el devenir del curso escolar y que tiene variados enfoques.
Aquí entramos en un apartado que depende mucho del enfoque personal de cada profesor/a, bajo mi punto de vista, secundaria es una cosa y bachillerato es otra bien diferente, en secundaria mi objetivo es que todos/as alumnos/as alcancen unos objetivos mínimos y dar la oportunidad de poder avanzar más a aquellos/as alumnos/as que pueden adquirir más conocimientos, para ello mi estrategia se basa en trabajar en clase todos los conceptos de cada tema, partiendo de su nivel mínimo hasta alcanzar su nivel máximo, este objetivo lo trabajo en las pruebas individuales que mis alumnos/as realizan todas las semanas y que tienen siempre un nivel medio alto y de las que ya hable en otro artículo.
A la hora de diseñar una prueba individual siempre incluyo una serie de ejercicios que reflejen un nivel mínimo y después otros ejercicios de mayor dificultad, para que los/as alumnos/as con un nivel mínimo superen la prueba.
En bachillerato el tema es radicalmente diferente, esta etapa no es obligatoria y es la antesala de unos estudios universitarios, con lo que el nivel tiene que ser alto, y ya no hablamos de 2º de Bachillerato donde el nivel mínimo está marcado por las pruebas PAU.
Pero el objeto de este artículo no es ese, es otro diferente pero íntimamente relacionado con el, me refiero a que muchas veces algunos/as compañeros/as empiezan con un nivel alto y según avanza el curso va bajando ese nivel ante los resultados desastrosos que van obteniendo sus alumnos/as.
Es este un aspecto bastante complejo, como punto de partida dejemos claros algunos puntos:
1. Me refiero a Bachillerato
2. Los estudios de Bachillerato tienen como objetivo los estudios universitarios
3. No se puede estafar a los alumnos/as exigiéndoles poco porque este es el camino seguro al fracaso universitario
4. Hay que ser coherente consigo mismo, no se puede ir variando a lo largo del curso.
Una vez sentado el punto de partida, podemos ir analizando la situación. Cuando empieza un curso en el mes de septiembre tengo muy claro el nivel que deseo, sé que voy a tener un porcentaje de alumnos/as que van a tener dificultades para poder llegar a ese nivel, sé que voy a tener protestas, quejas, que me va a ser difícil que ellos/as asuman que ese nivel no va a cambiar. Pero una vez tomada esa decisión no se puede variar, hay que mantenerla hasta el final, por eso cuando el curso comienza hay que dedicar un tiempo para reflexionar que nivel de exigencia se va a pedir y plantear estrategias para sortear y si se puede superar los diferentes problemas que se van a plantear.
Por experiencia sé que al principio el alumnado se va a quejar y va a presionar para que el nivel baje, cuando llegue el primer examen y se vean sus desastrosos resultados van a esperar que te afecten esos resultados y bajes el nivel, en ese momento es cuando hay que ser más claro con ellos/as y explicarles cual es el objetivo del curso, aún así van a esperar que en el siguiente examen bajes el nivel, cuando comprueben que eso no va a ocurrir esperaran que en el examen de evaluación el nivel baje, porque bajo su nivel de vista suponen que no te vas a atrever a plantarte en la sesión de evaluación con unos resultados penosos, esto es reflejo de su experiencia previa en Secundaria donde la mayoría de las veces el nivel va bajando según avanza el curso, siendo en junio y en septiembre muy bajo.
Es más, en clase van a quejarse continuamente y van a esperar hasta el último momento para ver si eres capaz de mantener ese nivel y publicar en la sesión de evaluación esos resultados, su esquema de razonamiento es que cuando suspende la mayoría de los/as alumnos/as de la clase es debido a tu incompetencia, ese es el momento de plantarse frente a ellos/as y dejarles claro, muy claro las premisas establecidas en el punto de partida y ya señaladas más arriba. Se establece una pugna entre ellos/as y tu para ver quien es el que primero tira la toalla, es una situación difícil pero de la que se sale y se sale triunfando, para superar esta situación mis estrategias son:
1. Impartir en el primer trimestre los temas más difíciles e ir bajando el grado de dificultad de los temas según avance el curso de tal manera que los más fáciles se estudien en el último trimestre, así los/as alumnos/as ven como según avanza el año, su grado de dificultad va disminuyendo
2. Para que los/as alumnos/as puedan llegar al nivel que se les pide, cuando en un examen aprueba menos del 25% del alumnado, se repite pero sin bajar el nivel de exigencia
3. Unido a lo anterior, lo examenes de recuperación son de igual nivel de exigencia
4. Para que el proceso sea lo más transparente posible, los criterios de corrección de los examenes son públicos pues están escritos al lado de las preguntas que forman el examen
5. Muchas veces, la inmensa mayoría de las veces, se comprueba que nuestros/as alumnos/as no saben estudiar, por eso aprovecho cualquier oportunidad para aconsejarles métodos de estudio (esquemas, resúmenes, etc)
6. Para evitar la desmotivación que se produce, hay que diseñar los criterios de calificación de tal manera que el/la alumno/a siempre pueda aprobar en el examen final, porque si no es así puedes tener el caso de alumnos/as que ya estan suspensos en pleno mes de febrero, con lo cual se generará un problema de disciplina en el aula pues estaran aburrridos y sin ningún aliciente para intentar superar la materia
Es dificil mantener un mismo criterio a lo largo de un curso y más si estamos en 2º Bachillerato donde el nivel de exigencia, de urgencia, de penuria de tiempo es mayor, pero hay que estar preparado/a para superar esos inconvenientes. Como profesor/a no se puede bajar el nivel a lo largo del curso porque entonces no se consigue que los/as alumnos/as tomen en serio la materia y al profesor/a.
Todos conocemos el caso del/a profesor/a que da clase en 2º Bachillerato, pone el primer examen del curso, suspenden casi todos/as sus alumnos/as, los/as alumnos/as protestan, amenazan con quejarse la Director haciendo que el/la profesor/a varíe su criterio, en ese momento los/as alumnos/as “se han merendado” al/la profesor/a y eso ya no tiene solución, solo queda penar y arrastrarse el resto del curso
El año más difícil para mantener ese nivel de exigencia es el primer año que impartes clase en ese curso, porque para los siguientes años cuando entras en el aula el primer dái aunque nunca hayas trabajado con ellos/as ya te conocen por comentarios de otros/as compañeros/as y tu palabra tiene más fuerza, no tienes que demostrar nada, todo se da por supuesto.