Este año me ha tocado en suerte dar una clase de refuerzo en la ESO, tengo un grupo muy reducido alumnos/as.
El tener que impartir clase a este grupo de alumnos/as me ha planteado nuevos retos, algunos de los cuales me parecen irresolubles.
Durante el trabajo en el aula he descubierto que muchas veces los/as alumnos/as son la consecuencia de factores que son ajenos a la labor educativa en el centro, me explico, mis alumnos/as son personas que tienen una grave carencia de padres, no se sienten arropados por ellos, es más, algunos critican de manera furibunda a sus padres por pasar (como ellos/as dicen) de sus hijos/as. Esto me lleva en algunos momentos de zozobra a pensar que en vez de que sus hijos/as estén en el aula, tenían que estar ellos e intentar solucionar primero sus problemas y después los de sus hijos/as. Porque pensando un poco sobre el tema, en esta sociedad para conducir un coche hay que superar un examen, para desempeñar cualquier cargo con cierta responsabilidad es necesario tener un titulo que se adquiere después de haber superado una prueba de aptitud, pero para ser padre/madre, no.
La responsabilidad de un/a padre/madre es muy importante pues los/as hijos/as de hoy son los ciudadanos del mañana con todo lo que eso implica.
Para redondear más el tema, durante muchos años he sido tutor, con lo cual he tenido un contacto muy estrecho con los/as padres/madres del alumnado, encontrandome con casos sangrantes.
Una consecuencia de esto es que estoy empezando a plantearme que cuando en una entrevista con los/as padres/madres vea que me están contando una historieta, o que se nieguen a reconocer los problemas de sus hijos/as, ser directo y contar las cosas tal cual son y ponerlos frente a sus responsabilidades, porque muchas veces por educación escuchas lo que te están contando cuando sabes que es un cuento chino que no tiene ni pies ni cabeza, ¿qué puede ocurrir?, que se enfaden, más enfadado estoy yo que sé que la entrevista no va a valer para nada, que todo lo que les diga no va a servir para solucionar el problema, que estoy perdiendo el tiempo y que sus hijos/as a parte de reírse de ellos, se van a reír también de mi, ¿voy a conseguir algo? Seguro que no, pero, por lo menos que sepan que no se están riendo de mi, porque muchas veces en esas entrevistas te vienen a contar unas historias para poder justificar lo injustificable.
Otro reto que se me ha planteado es que mis alumnos/as están convencidos/as de que son una nulidad, se niegan a enfrentarse a la resolución de cualquier actividad porque parten del hecho de que son bobos y no lo van a saber hacer.
Para intentar superar ese inconveniente intento convencerles de lo contrario, los animo cuando hacen algo bien, empiezo siempre por actividades que son muy fáciles para que vean que saben hacer las cosas, pero al final cuando llega primer problema, por mínimo que sea, desandamos todo lo anterior y volvemos a la actitud derrotista, no los puedo criticar mucho porque estamos hablando de gente que llevan muchos años escuchando lo mismo de sus profesores/as, de sus amigos/as y ¡por supuesto!, de sus padres/madres. No recuerdan la ultima vez que escucharon algo positivo en un aula de un/a profesor/a.
Y como consecuencia de lo anterior, mis alumnos/as se niegan a pensar, es igual que sea difícil que sea fácil, ellos/as ante la primera dificultad se niegan a pensar, no les pidas que te razonen un problema, se niegan a ello, como ejemplo de lo anterior, llevo dos días peleándome con una alumna para que me razone la solución de este problema: cinco gallinas ponen cuatro huevos, calcula cuantos huevos ponen diez gallinas, yo no pido la solución, que es fácil de obtener, es que ni me da la solución numérica ni me razona, aunque sea de manera muy simple como calcular cuantos huevos ponen esas diez gallinas, al final la solución, ¡como siempre!, ha llegado cuando le he dicho que hasta que no me razone la solución no tiene recreo, y como era lógico de suponer, en el primer recreo y en unos siete minutos me explicó y dedujo la solución, todo eso después de haber estado la hora que está habilitada para dar clase, quejándose de los difícil que era el problema, negándose a pensar y a razonar pues como no lo sabía no merecía la pena que lo intentase.
Mis alumnos/as tienen una barrera mental que se niegan a superar, ese es, bajo mi punto de vista el principal problema al que me enfrento y que no sé muy bien como lo voy a solucionar, no tengo en mi repertorio de soluciones, un remedio para semejante reto.
Como en otras ocasiones iré probando soluciones, algunas funcionaran, otras no, pero por lo menos tendré la conciencia tranquila de haber intentado todo lo posible para solucionar un problema.
Al final el resumen es muy sencillo, estoy trabajando con gente desmotivada, sin aliento y que ha decidido dejar de pelear hace mucho tiempo, están esperando que pasen los años para abandonar el centro, la cuestión que a mi me llama mucho la atención es que ¿no les han contando sus padres/madres lo malo que está el trabajo sino tienes un mínimo titulo?, ¿no les han dicho que el mundo no es como sale en la televisión? ¿que no todos/as vamos a ser futbolistas, modelos o actores o actrices?.
Termino como empecé, ¿que hacen los padres/madres? Recuerdo que yo también soy padre, pero vuelvo a hacerme la misma pregunta.