NOTA:Todo lo que se escribe en este artículo se refiere a la ESO, para bachillerato se escribirá un artículo específico.
Cuando por primera vez entramos en un aula para trabajar con los/as alumnos/as, inconscientemente queremos hacer las cosas como las hicieron nuestros/as profesores/as porque asumimos que aquella era la mejor manera de dar clase, no conocimos otra y pensamos que esa es la manera correcta de hacer las cosas, queremos desempeñar el rol que tuvieron nuestros/as profesores/as, con el tiempo nos vamos dando cuenta que las cosas se pueden hacer de otra manera.
Tenemos que ser conscientes de que el tiempo no pasa en balde, que nosotros/as fuimos alumnos/as de otra época y de un país distinto, muy distinto al actual.
Otra característica a tener en cuenta es que estamos valorando unos recuerdos (cuando estábamos en BUP y COU) que no son objetivos, primero porque la memoria es selectiva, segundo porque si ahora somos profesores/as es porque nosotros/as triunfamos con aquel sistema, no percibimos sus errores y tercero porque cuando se estudiaba BUP y COU ya había habido un proceso de selección pues ya se habían separado los/as alumnos/as de FP. Por eso hoy no son válidos aquellos recuerdos y la sistemática de impartir clase.
En aquel sistema el/la profesor/a tenía un poder indiscutido e indiscutible, en general, no se discutían sus decisiones, los padres asumían que eran las adecuadas, era fiel reflejo del régimen político imperante en el país, las cosas eran como eran, se hacían como se hacían y no se discutían, la gente tenía otras preocupaciones más importantes.
Estábamos en un país en vías de desarrollo y el horizonte vital de la sociedad era otro muy diferente al actual.
Al alumnado se le seleccionaba durante la EGB, muchos/as no terminaban, al acabar la EGB, no seguían con sus estudios, otros de iban a FP y solo una fracción del alumnado acababa el COU.
De todo lo anterior se deduce que no podemos hacer las cosas igual que se hacían antes, también tenemos que añadir que cualquier tiempo pasado no siempre fue mejor.
Una vez situadas estas premisas podemos empezar a diseñar cual va a ser nuestra manera de dar clase, de impartir nuestra materia para ello tenemos que tener en cuenta que:
* Vamos a contarles algo que, salvo en contadas ocasiones, no les va a gustar porque no le van a ver la utilidad,por ejemplo, para un/a alumno/a de 3o ESO el estudio del concepto de mol no le es nada gratificante, luego tendremos que emplear dinámicas que sean adecuadas a estos casos.
* Vamos a tener un porcentaje de alumnos/as que están en el aula por obligación y los que tenemos que dar salida, no se puede pretender que un/a alumno/a pase de seis a siete horas diarias quieto y callado encima de una silla aguantando algo que ni le gusta ni entiende, además no le ve el más mínimo sentido a su vida. LOS/AS ALUMNOS/AS NO SON TONTOS/AS, el sistema los aborrega (sobre esto ya volveremos en otro momento). Tenemos que ser conscientes de esta situación y buscarle una solución.
* Vamos a tener otro grupo de alumnos/as cuyo nivel de competencia curricular (nivel de conocimientos) va a estar por debajo del deseable, no podemos dar clase para el/la alumno/a medio/a porque entonces perdemos a los/as alumnos/as de este grupo, este grupo lo forman alumnos/as que lo intentan pero tienen dificultades para llegar al nivel mínimo, no es que no quieran estar en el aula, es que no se enteran de nada, tendremos que establecer varios niveles de dificultad a la hora de trabajar en clase.
Una vez considerado lo anterior tenemos que diseñar una estrategia, tenemos que buscar una manera de trabajar que sea la nuestra propia, podemos copiar de otros pero tenemos que adaptarlo a nuestra idiosincrasia, a nuestra forma de ser, tiene que ser una forma de trabajar en la que creamos y con la que nos sintamos cómodos. Yo siempre digo lo mismo: voy al aula a pasármelo bien, no voy a sufrir, porque si yo sufro los demás (los/as alumnos/as) van a sufrir también, no hay cosa más patética que ver a un/a profesor/a que es incapaz de llevar un grupo de alumnos/as.
Todos tenemos compañeros/as que en el aula sudan la gota gorda intentando que sus alumno/as mantengan una disciplina imposible, que terminan el día con la voz rota, que llegan a la Sala de Profesores irritados, enfadados con el mundo, que siempre se están quejando de sus alumnos/as, que para ellos no hay casi ninguno bueno, que arrojan sapos y culebras contra todo, yo en estos casos siempre pienso lo mismo: una clase suya son tres de las mías, tiene que ser todo más fácil y más fluido, nosotros no vamos a la guerra cuando entramos en un aula, vamos a tratar con personas, con seres humanos, no con humanoides o protohumanos, ¡son seres humanos! que con ya he dicho tienen el derecho de equivocarse, porque si no se equivocan ¿qué hacemos entonces nosotros en el aula?
No hay comentarios:
Publicar un comentario