martes, 15 de julio de 2008

Dentro del aula (II)

NOTA:Todo lo que se escribe en este artículo se refiere a la ESO, para bachillerato se escribirá un artículo específico.

Lo que se va a describir ahora es una metodología propia, con la que me siento más cómodo a la hora de enfrentar el trabajo cotidiano, pero como todo, es discutible y mejorable.

La primera decisión a tomar es la manera de trabajar, individual o en grupo, después de probar las dos, al final he escogido el trabajar en grupos, los fundamentos de la decisión son:

* Actualmente en la mayoría de las ofertas de trabajo se valora la actitud del solicitante para el trabajo en grupo, si las grandes empresas eligen el trabajo en grupo, ¿Por-qué nos empeñamos en trabajar con los alumnos/as de manera individual?. Una contestación a esta pregunta es que en nuestra vida como alumnos/as siempre trabajábamos de forma individual y no asumimos que la sociedad ha cambiado, hay nuevos retos que hay que superar y una mentalidad diferente a la hora de enfrentar los retos cotidianos.
* El trabajo en grupo hace más dinámico el trabajo del/la alumno/a en el aula, es una respuesta frente al aburrimiento que se puede generar en el aula, lo peor que puede ocurrir en una clase de secundaria es que los/as alumnos/as se aburran porque entonces pierden el poco o mucho interés que tienen hacia la materia que estás trabajando
* Es un método de trabajo en el cual los/as alumnos/as interaccionan entre si de forma ordenada, frente a un trabajo individual donde una de las premisas básicas es que los/as alumnos/as no interaccionen entre si, con los consiguientes problemas de disciplina que conlleva semejante decisión, el trabajo en grupo hace que esos problemas se minimicen, pues las interacciones entre los/as alumnos/as están contempladas dentro del método de trabajo.
* Se consigue integrar en la marcha normal del aula a aquellos/as alumno/as que están en el aula por obligación, ya que en un grupo pequeño siempre pueden intervenir en las actividades que se tienen que realizar, tanto en el caso de su resolución como en el caso de dudas que pueden preguntar a sus compañeros/as. Cuando se trabaja de manera individual estos/as alumnos/as optan por el abandono y tienen una actitud pasiva que es fuente de abundantes problemas de disciplina, además en el caso que sigan con su actitud pasiva, quedan difuminados dentro de los diversos grupos.
* Permite trabajar a varios niveles de competencia curricular, porque los grupos una vez propuestas las actividades son casi autónomos a la hora de realizar el trabajo, liberando tiempo que el profesor/a puede dedicar a atender a otros/as alumnos/as.

Esta manera de trabajar transforma el rol del profesorado en el aula, ya no se es el centro de todo lo que pasa en ella, el profesorado tiene que desempeñar una función de animador/a, motivador/a, dinamizador/a de los grupos para que realicen su trabajo, pues el centro de trabajo ha pasado de la pizarra a las mesas de los grupos.

Como bien saben lo/as profesores/as en un aula existen dos zonas, una frente a otra, el terreno del profesorado que es la zona que rodea la pizarra y que tiene su fortín inexpugnable en la mesa y silla del/la profesor/a en este terreno el profesorado se siente fuerte y desde esa atalaya siempre tiene de frente al alumnado y las espaldas bien cubiertas por la pared del aula, es donde está la mayoría del tiempo.

La zona del alumnado abarca desde la primera fila hasta la ultima que está al lado de la pared del fondo del aula, en esta zona los/as alumnos/as más problemáticos se sitúan lo más lejos posible de la mesa del profesorado porque la última fila es el santa sanctórum del alumnado.

Cuando se trabaja en grupo desaparecen estas dos zonas, el profesorado tiene que andar entre los grupos de una manera continua supervisando su trabajo y respondiendo a las cuestiones que se puedan plantear, es decir, entre profesorado y alumnado se producen interacciones que no están tan pautadas como cuando se desarrolla un trabajo individual.

Este método de trabajo produce que el/la profesor/a tiene que diseñar actividades adecuadas al objetivo que está buscando, los grupos trabajan bien cuando tienen claro cual es su objetivo y que es lo que tienen que hacer y lo que se espera de ellos. Esta necesidad de diseñar actividades produce en el/la profesor/a un inconveniente añadido pues no puede valerse de la experiencia que tuvo como alumno/a ya que como ya he dicho más arriba, en su época de alumno/a se seguían otros métodos de trabajo.

Otro problema es que para seguir este método de trabajo hay que tener experiencia y esta última brilla por su ausencia porque el/la profesor/a no tiene ningún referente al que remitirse a la hora de trabajar en el aula, tiene que adquirirla mediante prueba y error, aquí entramos en otro tema que se tratará más adelante y es que en la profesión no hay constumbre de leer / buscar / valorar / analizar diversas fuentes de información (revistas, libros, etc) donde se informa / analiza diversos métodos de trabajo, suponemos que lo que valió con nosotros/as también es aplicable en la actualidad, olvidandonos de que, como ya escribí más arriba, no estamos en la misma sociedad, ni están vigentes los mismos valores.

Una vez decidido el tipo de trabajo, hay que valorar que criterios se van a considerar a la hora de formar los grupos, personalmente me he decantado por la formación de grupos heterogéneos.

Al ser heterogéneos en un mismo grupo conviven personas de diverso nivel de conocimientos, esto tiene varias consecuencias:

1. Se difuminan entre todos los grupos el alumnado que está en clase por obligación se rompe esa colaboración que se produce entre los miembros de ese colectivo de alumnos/as que genera un ambiente negativo y de oposición a la labor docente

1. Se ponen las bases para que los/as alumnos/as más aventajados ayuden a los que tienen más dificultades, se crea un ambiente necesario para la tutoría entre iguales, cada alumno/a tiene cerca un/a compañero/a que le puede explicar aquello que no sabe. Otra cosa es que ese/a compañero/a aproveche esa oportunidad, pero los medios los tiene a su alcance, otra cosa es que los utilice.

1. Hay que señalar que cuando estamos con alumnos/as con un gran desfase de conocimientos con respecto a sus compañeros/as tienen que formar un grupo homogéneo porque en un grupo heterogéneo se sentirían totalmente perdidos/as, incapaces de preguntar a sus compañeros/as que se sentirían, a su vez, también incapaces de resolver sus dudas produciéndose la marginación de estos/as alumnos/as dentro del grupo

Otra cuestión es decidir de cuantos miembros consta el grupo, en este caso hay que considerar el espacio disponible, el aula donde se va trabajar, en función de este parámetro se pueden hacer grupos de dos a cuatro miembros, más de cuatro es poco operativo, además del número hay que decidir si van a ser mixtos o no, personalmente me inclino por grupos mixtos, donde hombres y mujeres trabajan como iguales, esto tiene el añadido de que hay que estar vigilante para que dentro del grupo no se manifieste una división de trabajo en función de los roles adjudicados a cada sexo.

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